En 1928, Fleming estaba
trabajando con unas bacterias llamadas estafilococos dorados, casualmente, descubrió
que éstas eran destruidas por un hongo muy común originado por la
descomposición de ciertas sustancias. Este científico británico descubrió, sin
proponérselo, el poder bactericida de este moho llamado Penicillium Notatum, o
sea, la penicilina.
Y desde ese momento se
utilizó de forma indiscriminada, para todo tipo de enfermedades sin pensar que
un día las bacterias serian inmunes a estos antibióticos.
El uso de antibióticos puede llevar a la resistencia. Cada vez que toma
antibióticos, las bacterias sensibles mueren. Pero gérmenes resistentes
pueden crecer y multiplicarse. Se pueden propagar a otras personas.
También pueden causar infecciones que ciertos antibióticos no pueden
curar. Un ejemplo es el estafilococo resistente a la meticilina (SARM). Este causa infecciones que son resistentes a varios antibióticos comunes.
Para prevenir hemos de tomar ciertas medidas:
- Evitar la automedicación
- Educar a los pacientes el uso adecuado de los antibióticos
- Leer y seguir las pautas establecidas por el médico Llevar a término los tratamientos prescritos y dentro del plazo establecido
Para ellos hemos creado un video para concienciar a la población: https://www.youtube.com/watch?v=oRg9Fo1E1Rg
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